miércoles, 9 de noviembre de 2016

¿Por qué participar? ¿Por qué ofrecer la posibilidad de participar?


Esta entrada explora las razones por las que la participación consciente es clave para un futuro equilibrado, independientemente de las opciones políticas que se elijan.


Participar de la toma de decisiones

Quien ha participado en la gestación e implementación de una decisión es capaz de implicarse más en su éxito y en su posterior reforma, que irremediablemente pasa por una evaluación de consecuencias para un futuro reajuste.

La enajenación en el proceso de toma de decisiones, la falta de empoderamiento lleva a la crítica destructiva, porque uno no se siente parte de un todo, uno no comprende el abandono sufrido por el todo y se rebela ante la falta de oportunidad de participación.

Por eso la participación a todos los niveles de todos y cada uno de los skateholders a todos los niveles de la escuela no solo es importante o aconsejable sino IMPRESCINDIBLE si lo que queremos es cumplir nuestra tarea constitucional de fomentar desde nuestras escuelas el compromiso con la formación de ciudadanos y no apoyar la creación de mentes enajenadas, meras piezas de un sistema obsoleto.

Partiendo de un punto de vista conservador (y uso la palabra aquí en su sentido original) que propugna que el sistema siga tal y como está nos encontramos con que:
-a menor participación, mayor es la resistencia al statu quo
-los sistemas generan sus burocracias en el sentido weberiano del término.
-sumando los focos de resistencia individual puede llegar el punto en que estos sean más fuertes que el propio sistema y lo derroquen.

Conclusión: Solamente a través de la cesión de parcelas de participación conseguirá el sistema seguir siendo lo que es, habiendo sido reformado, evolucionado o cambiado de manera progresiva. Sin sustos. Sin abismos abruptos.


Desde un punto de vista progresista que propugna que el sistema está tan enfermo que necesita ser sustituido por otro o necesita cambios que lo mejoren sustancialmente, nos encontramos que:
-participar en la toma de decisiones que nos atañen es el único camino posible para descubrir los huecos/fallos del sistema y poder cubrirlos proponiendo mejoras.
-la falta de empoderamiento conduce a la enajenación personal y al descontento social por ende.

Conclusión: Solamente a través del empoderamiento en la toma de decisiones puede mejorarse el sistema o sustituirse por otra cosa en caso de disfuncionalidad. De no ser así, seguiremos chocando contra la rueda de las inercias weberianas de las administraciones y los sistemas burocráticos.

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